viernes, 11 de julio de 2008

YESHUA – MENSAJE NOCTURNO

Amados Maestros, buenas noches. Son las cuatro menos veinte de la madrugada y me tengo que disculpar, me levanté a las dos con toda la intención de conectarme porque escuché un ruido raro, que no sé si era un llamado de ustedes, pero una vez que abrí la computadora me llegó correo personal y bueno, se me pasó y me enganché con otra cosa y la apagué.
Ahora, estando acostada, me acordé de nuevo. Les pido mil disculpas y, bueno, acá estoy si alguien necesitaba transmitir un mensaje. No estoy segura si eso fue un llamado o no, pero por las dudas me conecto. Quedo esperando con todo mi amor, como siempre. . .

Ay Alexiis, Alexiis, abarcando las mil y una. Sí, ya sé que sabes que soy YESHUA. Siempre, yo creo que podrías tener 8 o 10 manos y todavía las tendrías todas ocupadas, en distintas sillas, en distintas computadoras, bueno, (riéndose) tu fantasía te dirá como. Este no es el caso.
Veo que por suerte estás recuperando tu salud y me alegro mucho porque yo sé que el otro día el mensaje del Arcángel Rafael te – como dirían ustedes – te cayó bastante pesado. Pero es así y tienes razón en tu evaluación de que esto era una purificación energética, una purificación de toxinas que vienen desde muchísimo tiempo atrás, pero a lo largo del tiempo has desarrollado la capacidad de análisis y de ir descifrando las cosas, analizándolas, para llegar al núcleo de lo que te está pasando. Muy bien hecho.
Esto me trae un poco a lo que yo quería mencionar hoy en el mensaje. Quería pedirle a todos los humanos, a los Trabajadores de la Luz que, cuando sientan algún problema sea de orden físico, emocional, laboral, sea como sea, no digan enseguida, “Ay, que mala suerte, esto, aquello, lo de más allá”. Traten de analizar, traten de ver qué es lo que pueden aprender de ese problema, de esa situación. Cada situación, cada problema o enfermedad, o también las cosas buenas son enseñanzas, y eso es lo que tienen que aprender, no dejar de lado y catalogar y ponerle etiquetas y al cajón.
No, cada cosa contiene su enseñanza, su experiencia, y eso es su aprendizaje para el que están acá. Entonces si ustedes analizan algo, se dan cuenta, y le ponen – como yo digo – la etiqueta y lo archivan, de nada les sirve. Les sirve solamente si de esa enseñanza aprenden a hacer modificaciones en su forma de vida, porque para eso están los problemas, los escollos, las piedras en el camino.
Es todo un aprendizaje. La vida es un constante aprendizaje que nunca se termina. Ustedes dirían, “Qué fácil para mí, bueno yo ya lo tengo”, pero, sí, yo Yeshua, sigo teniendo aprendizajes y fuertes, pero, como yo lo puedo, ustedes lo pueden. Lo importante es darse cuenta que esas cosas no son todas cosas negativas, y si es una cosa negativa, también tiene su enseñanza, nos muestra qué es lo que está mal, qué es lo que tenemos que cambiar o como tenemos que enfocar distinto una cosa. Todo eso es importante, tanto en la vida cotidiana como en la vida de relaciones, en la laboral, en todo sentido.
Así que queridos hermanos y amigos, tómense un poco más el trabajo de lo que llamaríamos el analizarse a sí mismos. El pensar, “si esto me pasa, ¿cuál es el motivo por el que me pasa esto? ¿Qué es lo que me quiere mostrar? ¿Qué es lo que tengo que aprender y cambiar?, o, si es algo bueno, ¿Qué es lo que tengo que repetir para que se vuelva a producir lo bueno?” Eso son los aprendizajes cotidianos que cada ser humano tiene que hacer, siempre y cuando quieran crecer y no andar vegetando por la vida. Pero como la mayoría de ustedes – espero por lo menos – estén ansiosos de evolucionar y de seguir adelante, entonces este es un punto de importancia.
No quiero cargarte hoy con más Alexiis, no se te ocurra levantarte ahora para ponerte a es- cribir. Si este mensaje sale mañana, igualmente vale.
Los envuelvo a todos en mi amor y luz, Yo Soy YESHUA.

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